miércoles, 27 de mayo de 2015

Lectura en la primera infancia


El día de hoy tuvimos la oportunidad de pasar la mañana en la biblioteca municipal, estaba solitaria y pudimos dar rienda suelta a nuestra sed lectora y deleitarnos un rato. En ese momento al ver a mi pequeño escogiendo un libro y empezando a leer, reafirme mi postura y la de miles de investigaciones que exponen que la lectura en la primera infancia es fundamental. 

Si bien durante toda nuestra vida la lectura será la puerta de acceso al conocimiento en todos sus niveles, es en estos primeros años donde se siembran las semillas de los futuros ciudadanos, por ello es imperativo utilizar este recurso cultural por excelencia. Sé que esto no es nada nuevo! constantemente escuchamos de voces de diferentes profesionales los beneficios que trae para nuestros niños que los adultos les lean desde pequeños, pero esto en la cotidianidad no se ve reflejado.

Todos sabemos o más bien hemos escuchado esta información, pero al analizar las prácticas cotidianas de las personas se evidencia que esto no está interiorizado, puede que sea consecuencia de factores sociales, culturales, entre otros; pero en nuestra sociedad colombiana todavía estamos lejos de adquirir la lectura como un hábito. Tal vez por esto último es que me animo a escribir estas líneas, pues mientras caminábamos de regreso a casa nos dabamos cuenta la cantidad de tiempo que gastan las personas al frente de un televisor, niños que prácticamente ni pestañean por estar embelezados consumiendo una cantidad infinita de conductas, pensamientos y por supuesto publicidad, cuando perfectamente podrían estar deleitandose con el placer de leer un libro.

Y esto no es de gratis, no es que los niños sean perezozos o no les guste leer, o como a veces se escucha sean vagos, es que simplemente es lo que han aprendido, estos niños no conocen otra forma de estar y por eso reproducen lo que encuentran a su alrededor, su contexto en su mayor escuela y ahí el rol fundamental que jugamos padres, madres, cuidadores, familiares y demás. Por favor leamole a nuestros niños, esto no es un cuento es una necesidad y una necesidad de todos pues al hacerlo todos saldremos beneficiados.

La lectura en estos primeros años no están tan orientada a que adquieran conocimientos académicos ni mucho menos, el objetivo es que se diviertan, encuentren en los libros una puerta hacia mundos inimaginables, enriquezcan su imaginación, formulen hipótesis, descubran, se asombren, observen, conozcan su entorno y muchísimas otras cosas que no alcanzaría a enumerar. Pero una de las que yo considero muy importante es el vínculo que se crea en el momento de la lectura, que durante unos segundos todos los problemas diarios, las preocupaciones adultas sean dejadas a un lado para compartir ese espacio con su niño, estar juntos, leer, asombrarse !ES FANTÁSTICO¡, lo digo por experiencia, con Mateo lo empezamos a realizar mas o menos cuando tenía un año y desde allí se ha convertido en un hábito que el pide cada día al anochecer, es el pistoletazo de salida para nuestro ritual del sueño; y se convirtió sin nosotros saberlo en el abono que su ser necesitaba para aprender a leer, poco a poco se fue adentrando en el mundo de los libros, las historias y las letras y un día quiso saber por él mismo que era lo que esas formas querían decir. No fue una imposición, no estaba planeado, simplemente ÉL quiso aprender a leer, y créanme que fue el proceso más bonito, fructífero y gratificante para todos. 

Esto no es cuestión de niños genios o algo por el estilo, es cuestión de compromiso y dedicación a nuestra infancia, nuestros niños lo agradecerán. Y poco a poco una cosa se irá encadenando con otra y podremos disfrutar de un animado cuenta cuentos como Mateo que nos deleita con su voz.




O que un día amanezca con la disparatada idea (para algunos adultos, genial para él) de que quiere escribir un libro y quiere empezar ese día.....


Así va la portada y primer dibujo.

Sin duda alguna cada niño es un mundo y cada familia un universo, pero soy una fiel convencida que la lectura en voz alta y un entorno que propicie la lectura (no como imposición sino como diversión) lo único que pueden generar son cosas positivas.

Entonces si no tenemos nada que perder ¿Por qué no arriesgarnos? 

ATREVÁMONOS A LEER
Y RECORDEMOS ESTA FRASE QUE UN DÍA TUVE LA OPORTUNIDAD DE LEER: EN UNA SOCIEDAD COMO LA NUESTRA "LEER ES UN ACTO REVOLUCIONARIO"




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