lunes, 20 de abril de 2015

El inicio


Después de 4 meses desde que iniciamos esta gran aventura, después de muchos ires y venires, de alegrías y dudas, y de una evaluación continua nos surgió la idea de compartir este proyecto de educación alternativa que para muchos es descabellado pero para nosotros cobra todo el sentido, y digo nosotros porque somos tres Mamá , Papá y Mateo. Los tres conformamos nuestro equipo y trabajamos día a día para que esto funcione.

Ahora bien si analizamos ¿Cuando empezó todo? Creo que la respuesta me lleva a mucho tiempo atrás, no hace tres ni cuatro meses, si no al momento en que nos preparábamos para la llegada de Mateo. Si bien es cierto que la llegaba de un hijo  altera la realidad inmediata de los padres, para nosotros la llegada de Mateo supuso un cambio total de paradigma para nosotros, a partir de su nacimiento nos distanciamos de las prácticas comunes de crianza y  se nos abrieron bastantes ventanas que nos indicaban nuevas formas de crianza y nuevas prácticas educativas que fortalecieran al niño en todos los aspectos de su vida.

Aunque no fue algo rápido, poco a poco reafirmamos la postura de que los niños y niñas son el futuro de nuestra sociedad, por tanto lo que nosotros los adultos les brindemos a ellos será lo que más adelanto ellos transmitirán a las generaciones futuras. Y es en este punto donde aparece la educación como la herramienta de transformación social mas poderosa que pueda existir; pero no el tipo de "educación" instrumentalizada y pasiva que actualmente conciben las escuelas. La educación como proceso de aprendizaje constante debe llevar a que el niño o la niña se cuestionen sobre todos los sucesos que pasan a su alrededor y que perciban al mundo en su totalidad como su mejor escuela.

Desde que se confundió la educación con la escolarización obligatoria las cosas van de mal en peor, los niños han dejado de ser niños menospreciando su valiosa capacidad de asombro, su inquietud por descubrir cosas nuevas y sus valiosas ganas de aprender. Los colegios tal como hoy en día están funcionando se limitan al modelo prusiano de control de los cuerpos donde los niños no deben más que obedecer (Vale hacer la aclaración en los últimos tiempos han surgido movimientos geniales de educación alternativa que buscan cambiar esas prácticas anticuadas por nuevos modelos pedagógicos respetuosos con el infante), desafortunadamente o afortunadamente según como se mire, en el municipio donde vivimos no existen ningún tipo de establecimiento que tenga como eje la investigación, el arte y la libertad, razón por la cual después de un año de estar escolarizado (el año pasado) decidimos tomar una de las decisiones más liberadoras y trascendentales de la corta existencia de Mateo.

El emprender la escuela en casa como alternativa educativa ha permitido que los tres desarrollemos nuestras capacidades al máximo y estemos en la constante búsqueda de aprendizajes significativos, para nosotros cualquier situación es una oportunidad para cuestionarnos, reflexionar y porqué no generar hipótesis. El poder brindarle a Mateo en la cotidianidad del hogar el espacio y las herramientas necesarias para que desarrolle sus potencialidades como un ser integral es una de las ganancias más grandes que podemos encontrar en este modelo. 

Los niños tienen derecho a reir, a cantar, a gritar, correr y saltar, a decidir que quieren hacer y que quieren aprender, y nosotros como sus padres debemos garantizarles que esto ocurra y no tanto porque sea una obligación si no porque al hacerlo nos estamos liberando nosotros también, liberándonos de prejuicios, viejos paradigmas y miedos. La maternidad y paternidad nos transforma y libera el alma, por tanto dejémonos liberar abriendo nuestro corazón mientras vivimos al ritmo de sus latidos. 


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